miércoles, 18 de marzo de 2015

EL RENACIMIENTO

El Renacimiento no es reflejo de un renacer de toda la sociedad en todos los aspectos, sino que, por el contrario, es un hecho cultural de gran magnitud, cuyos efectos actúan cada vez con mayor fuerza, con repercusiones cada vez más amplias, pero en forma gradual y a medida que avanza el tiempo.
El verdadero sentido del término Renacimiento se encuentra únicamente en el terreno de la cultura: es un hecho de cultura, una concepción de la vida y de la realidad, que actúa en las artes, en las letras, en las ciencias y en las costumbres, sin que a este florecimiento cultural le corresponda ningún momento feliz ni en política ni en economía. A la par que en todas las cortes italianas la pintura, la escultura y la arquitectura alcanzan su máximo esplendor, al mismo tiempo que la producción literaria se hace cada vez más refinada y se formulan ideales educadores de singular altura, la economía ciudadana sufre grandes sacudidas, el desarrollo industrial queda estancado, la libertad comunal desaparece y la Iglesia se corrompe cada vez más.
En otras palabras, si se quiere hablar de renacer, de despertar, de vida nueva, y precisamente en Italia, donde el fenómeno nació y se desarrolló de manera más vistosa, hay que hacerlo únicamente en el terreno cultural: esta renovación positiva parece actuar sólo en este sentido, sin inmediata correspondencia con otros planos en los que existen cambios y a veces muy profundos, pero no todos, o al menos en aquel momento, positivos.”

H. Puigdomènech, “Historia universal”, Tomo 11, “Baja Edad Media y Renacimiento"


El pensamiento renacentista

     El Renacimiento se manifestó a través de gran cantidad de obras literarias, artísticas y científicas y estuvo caracterizado por:
 
*   La exaltación del hombre y la naturaleza. La naturaleza podía ser analizada y comprendida; a su vez, el hombre se reubicó en el centro del universo y la vida.

*   La aspiración de gozar los placeres de la vida terrena, el poder, la riqueza y el amor.

*   En lo intelectual, se hacen sentir cambios en el pensamiento y en las artes, la cultura ya no es exclusividad del clero; los laicos acceden a ella, siendo la burguesía la clase que más disfruta de sus beneficios.

*   El Renacimiento trae un nuevo concepto de felicidad, que debe buscarse en esta vida y no en la vida después de la muerte.

*   El hombre del Renacimiento es esencialmente individualista; se centra en su yo, en su ambición personal y se siente creador de su propio destino.

*   El no conformismo los lleva a rechazar las explicaciones tradicionales admitidas.


lunes, 9 de marzo de 2015

Para entender el feudalismo


La Edad Media


     La Edad Media es el período que se extiende entre los siglos V y XV, aunque como en los demás períodos de la Historia, no es fácil establecer los cortes que la diferencien de la época anterior -la Antigua- o la posterior -la Moderna-.
     El nombre de Edad Media fue propuesto por los historiadores de la Época Moderna, ubicada entre la Antigüedad clásica que admiraban y los tiempos Modernos, en los que ellos vivían. Estos siglos fueron llamados también los tiempos oscuros. Poco se sabía de su historia y se desvalorizaban sus creaciones culturales. Hoy en día,los estudios e investigaciones han avanzado y hemos aprendido a valorar los aportes de esta etapa, tan rica en sus expresiones artísticas, económicas y religiosas.
     Los diez siglos de duración que tiene la Edad Media no significan un período uniforme. Entre los siglos VI y X, coexisten tres civilizaciones en el área mediterránea. A fines del siglo X, las invasiones sobre Europa marcan un cambio importante comenzando la etapa del feudalismo. A partir del siglo XII, en Europa se empiezan a producir los cambios que llevarán a la conquista del mundo.

LAS INVASIONES DE LOS SIGLOS IV Y V
     Durante mucho tiempo, el Imperio Romano fue asediado por los pueblos que vivían fuera de sus fronteras, y que de tanto en tanto incursionaban en su terriotorio, llamados germanos o bárbaros. Durante el siglo IV, las invasiones de los germanos fueron cada vez más frecuentes, empujados a su vez por los Hunos, un pueblo nómade procedente del Asia central. Todas las medidas para la defensa del Imperio no pudieron impedir que los bárbaros atacaran Roma en más de una oportunidad. Se fueron instalando pueblos como los francos, visigodos, ostrogodos, lombardos, vándalos, burgundios, sajones, anglos y alamanes. En el año 476, el emperador romano Rómulo Augusto fue destronado, marcando el fin del Imperio Romano de Occidente. En el territorio romano se crearon numerosos reinos, llamados reinos romano-germánicos. La parte oriental del Imperio, cuya capital fue Constantinopla, no sufrió estas invasiones.

Mapa europeo luego de las invasiones 




LA EUROPA FEUDAL

     Durante el siglo X Europa fue nuevamente asolada por pueblos invasores. Desde el norte y por mar, llegaron los normandos o vikingos; por el este los húngaros y desde el sur los sarracenos. Los europeos se sintieron amenazados por estos pueblos no cristianos.
     No había ningún poder político capaz de enfrentar estas invasiones. Los reyes europeos empezaron entonces a subdividir sus tierras. La gente, campesinos en su mayoría, prefería buscar el amparo de alguno de los señores nobles que comenzaron a construir sus castillos para organizar su poder y su defensa.

La sociedad feudal

     La sociedad feudal se configuró en Europa a partir del siglo X y muchas de sus características sobreviven hasta el siglo XVIII. Siendo un continente mayoritariamente cristiano, la organización social se explicaba por la interpretación de la Iglesia. En estos siglos se definieron tres grupos sociales (llamados órdenes) diferenciados por sus funciones, obligaciones y poder.

Los tres órdenes

Los tres órdenes


La pirámide social medieval
La Iglesia: el primer orden


     Frente a los ataques de los invasores, los habitantes europeos se sintieron abandonados por sus gobernantes. No sabían a quien dirigirse en busca de ayuda y protección. La Iglesia aparecía como el único factor de estabilidad y continuidad. Así el clero se fue organizando como el primer orden: los que se dedican a la oración. Los monasterios se transformaron en lugares a donde la población recurría en momentos de escasez de alimentos o buscando protección. Muchos actividades fueron confiadas a la Iglesia, como la justicia o la enseñanza.


La nobleza: el segundo orden


     La nobleza basaba su poder en la tenencia de la tierra y en la posibilidad de cobrar impuestos a los campesinos que vivían en sus campos. Acapararon el poder de los reyes que no podían formar un ejército eficaz para detener las invasiones. Conformaron así el segundo orden: aquellos que se dedicaban a la lucha.
     Son dueños de un feudo, o sea, una tierra concedida al vasallo por su señor. Ambos son nobles y se establece entre ellos un contrato: el vasallo recibe del señor un feudo; a cambio, presta servicio militar a su señor.




Catillo de Dover (Inglaterra)


El tercer orden


     Todos los que trabajan forman parte del tercer orden. La mayoría son campesinos. Representan los 9/10 de la población europea. Viven en chozas de madera con techos de paja, agrupados en pequeñas aldeas cercanas a los castillos.
     Entre los campesinos había cierta diferencia entre los que eran libres y los siervos o semi-libres.
     Como los campesinos trabajaban las tierras del señor, debían pagar impuestos con una parte de la cosecha. Además, el señor exigía la utilización del horno, el molino o el lagar, que eran de su propiedad, por lo que debían pagar con una parte de lo producido. Los bosques también eran propiedad del señor feudal, por lo tanto también se debía pagar por su uso.
     Además de todo esto, la Iglesia cobraba al campesino el diezmo.


Organización del feudo

Información extraída del libro "Pensar la Historia 1"