“El Renacimiento no es reflejo de un renacer de toda la sociedad en todos los aspectos, sino que, por el contrario, es un hecho cultural de gran magnitud, cuyos efectos actúan cada vez con mayor fuerza, con repercusiones cada vez más amplias, pero en forma gradual y a medida que avanza el tiempo.
El verdadero sentido del término Renacimiento se encuentra únicamente en el terreno de la cultura: es un hecho de cultura, una concepción de la vida y de la realidad, que actúa en las artes, en las letras, en las ciencias y en las costumbres, sin que a este florecimiento cultural le corresponda ningún momento feliz ni en política ni en economía. A la par que en todas las cortes italianas la pintura, la escultura y la arquitectura alcanzan su máximo esplendor, al mismo tiempo que la producción literaria se hace cada vez más refinada y se formulan ideales educadores de singular altura, la economía ciudadana sufre grandes sacudidas, el desarrollo industrial queda estancado, la libertad comunal desaparece y la Iglesia se corrompe cada vez más.
En otras palabras, si se quiere hablar de renacer, de despertar, de vida nueva, y precisamente en Italia, donde el fenómeno nació y se desarrolló de manera más vistosa, hay que hacerlo únicamente en el terreno cultural: esta renovación positiva parece actuar sólo en este sentido, sin inmediata correspondencia con otros planos en los que existen cambios y a veces muy profundos, pero no todos, o al menos en aquel momento, positivos.”
H. Puigdomènech, “Historia universal”, Tomo 11, “Baja Edad Media y Renacimiento"
El pensamiento renacentista
El Renacimiento se manifestó a través de gran cantidad de obras literarias, artísticas y científicas y estuvo caracterizado por:
* La exaltación del hombre y la naturaleza. La naturaleza podía ser analizada y comprendida; a su vez, el hombre se reubicó en el centro del universo y la vida.
* La aspiración de gozar los placeres de la vida terrena, el poder, la riqueza y el amor.
* En lo intelectual, se hacen sentir cambios en el pensamiento y en las artes, la cultura ya no es exclusividad del clero; los laicos acceden a ella, siendo la burguesía la clase que más disfruta de sus beneficios.
* El Renacimiento trae un nuevo concepto de felicidad, que debe buscarse en esta vida y no en la vida después de la muerte.
* El hombre del Renacimiento es esencialmente individualista; se centra en su yo, en su ambición personal y se siente creador de su propio destino.
* El no conformismo los lleva a rechazar las explicaciones tradicionales admitidas.