Material de lectura sobre la Revolución Oriental, del libro "Pensar la Historia 2".
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Curso de Historia 2º año
¡Bienvenidos! En esta página encontrarán los materiales para trabajar en el año.
miércoles, 11 de noviembre de 2015
jueves, 15 de octubre de 2015
lunes, 28 de septiembre de 2015
Sociedad hispanoamericana
Los Indígenas
La Ley
“Dios, Nuestro Señor creó a los indios libres y no
sujetos a servidumbre...”
Emperador Carlos V
“...que la venta de tierras
se haga con tal atención que a los indios se les deje con sobra todas las que
le pertenecieron, así en particular, como por comunidades, y las aguas y los
riegos y por ningún caso se las pueda vender o enajenar.”
Libro IV, Leyes de Indias
“Aparecen igualmente las
leyes prohibiendo el trabajo a menores de 18 años... y el de los mayores en
trabajos rudos; fijando las horas de trabajo, que son reducidas a 8 en el caso
de fortificaciones y fábricas, fijando el límite mínimo y la forma de salario,
defendiendo la salud de los trabajadores, ordenando la asistencia en caso de accidente...”
Contenido del Libro IV sobre
Derecho Social
El estado legal de los
indios era el equivalente a los menores de edad en España. Estaban excluidos
del servicio militar, no podían utilizar armas de fuego o espadas, ni andar a
caballo. Debían pagar tributo y prestar trabajo.
Por su condición legal estaban sometidos a tutela de
los particulares, la Iglesia o el Estado.
En general se les prohibió practicar su religión, usar
sus antiguas vestimentas y hablar su lengua, pero eran súbditos libres de la Corona
española y debían ser protegidos y educados con el ejemplo.
La realidad
1. La Encomienda
a. “...consiste esencialmente, en el deber que pesa sobre
cierto número de indígenas (encomendados) de prestar servicios personales o
pagar tributo en especias o dinero, a un español (encomendero) que, a su vez,
está obligado a civilizar, evangelizar y defender legalmente a los indígenas a
su cargo.”
Tomado de “Pensar la Historia 2”
b. Treta de un
encomendero para impedir el suicidio de sus indios: “Acaeció en estos días un señalable caso y fue este;
que saliendo cierto número de indios de casa o estancia, o de las minas de
cierto español que los tenía encomendados, afligidos y desesperados, con
determinación de todos, llegando a su pueblo se ahorcan. Entendido por él, va
corriendo tras ellos, y con mucha disimulación de todos, ya que estaban
aparejando sus sogas, díceles: ‘Buscadme para mí una buena soga, porque me
quiero con vosotros ahorcar, porque si vosotros os ahorcáis ¿para qué quiero
vivir sin vosotros acá, pues me dais de comer y me sacáis el oro? Quiero irme
allá con vosotros por no perder lo que me dais’. Los cuales creyendo que
aún con la muerte, no lo podrían desechar, sino en la otra vida los habría de
mandar y fatigarlos, acordaron de no matarse, sino por entonces quedarse...”
Fray Bartolomé de Las Casas (S. XVI)
c. “Yo descargo mi conciencia en afirmar a Vuestra
Majestad, que no es plata lo que se lleva a España, sino sudor y sangre de
indios.”
Virrey Lemos de Perú (1669)
2. Las Misiones
a. Son pueblos indígenas sometidos a tutela de órdenes
religiosas. Las que duraron más tiempo fueron las creadas por los jesuitas. Se
ubicaban en la zona del Alto Uruguay y el Paraguay.
Los jesuitas buscaban conservar algunas
tradiciones indígenas, como la propiedad colectiva de la tierra y los útiles de
labranza, y erradicar las que consideraban inmorales o incivilizadas. Así, por
ejemplo, obligaban a los indígenas a formar familias al estilo europeo y
cristiano, a casarse, a vestirse, a bautizarse y a practicar la religión católica.
También se dedicaban a enseñar a leer y escribir en español, a respetar
horarios de trabajo, y en general, a comportarse como lo indicaban las normas
europeas.
b. “...el día en que pudieron asegurar a los
indios de que formando voluntariamente reducción, no irían a servir a ningún
encomendero sino sólo al Rey, ese día empezaron a fundarse multitud de pueblos
como por encanto.”
Pablo Hernández cit. Por A.
Methol, “La conquista espiritual”
3. La Mita
a. “La mita era un servicio que sus súbditos debían al Inca;
los españoles que habían captado sus ventajas lo cambiaron rápidamente para su
provecho.
La más terrible fue la de las minas. Un
séptimo de la población total del Perú, del Cusco a Tarija, se turnaba en las
minas de Potosí a 4.800 metros de altura, y en las minas de mercurio.
Cuando les tocaba el turno de subir a la
mina, permanecían en ella cinco días y cinco noches seguidas, en equipos de
tres hombres... El trabajo a destajo era peor. Se exigía de cada hombre cinco
bolsas de 25 kilos de mineral en doce horas. Para extraerlos había que
arrastrarse por angostas galerías y abordar escaleras mal aseguradas. Al no
poder satisfacer tales normas, los indios alquilaban asistentes con sus magros
salarios... La compra de velas con la que iluminaban los pasillos de las
galerías, incumbía a los obreros. La mayoría de los indios, inevitablemente
endeudados, se convertían en esclavos de hecho y por eso mismo quedaban sujetos
a la mina.
Alfred Métraux, “Los incas”
b. “Es casi seguro que a las minas hispánicas fueron arrojados
centenares de indios, escultores, arquitectos, ingenieros y astrónomos,
confundidos entre la multitud, para realizar un burdo y agotador trabajo de
extracción. Para la economía colonial la habilidad técnica de estos individuos
no interesaba. Sólo contaban como trabajadores no calificados.”
Sergio Bagú, “Economía de la
sociedad colonial”
La población africana
“Habían sido embarcados en él, sobre la costa de
África, 336 varones y 226 hembras, sumando un total de 562 y habían
transcurrido 17 días de navegación, durante los cuales habían sido arrojados 55
por la borda. Todos los esclavos estaban encerrados bajo escotillas enrejadas,
entre puentes; el espacio era tan bajo que se sentaban entre las piernas
respectivas y se hallaban tan hacinados que les era imposible acostarse o
cambiar de posición, de noche o de día...
Sobre la escotilla se erguía un tipo de aspecto feroz,
el capataz de los esclavos, que llevaba en la mano un látigo de muchas correas
retorcidas, y que, cuando escuchaba el menor ruido abajo, lo sacudía sobre
ellos, y parecía ansioso de ponerlo en uso...
No es sorprendente que hayan tenido que soportar seria
enfermedad y pérdida de vidas en su corto recorrido... Muchos de los
sobrevivientes se veían tirados en las cubiertas en el último estado de
extenuación y en una condición de miseria y suciedad imposible de mirar.”
L. Huberman,
“Nosotros, el pueblo”
“En su
condición de esclavo, y particularmente por el trato cruel, el negro tenía que
convertirse en enemigo del blanco. Frecuentemente los negros huían de sus amos,
se ocultaban en parajes desprovistos de caminos y, reuniéndose en bandas, se
rebelaban abiertamente. Los esclavos prófugos (negros cimarrones) constituían
un peligro permanente...
Los negros cimarrones se congregaban en regiones
despobladas y lejanas, formaban comunidades y mantenían su libertad y muchas
usanzas de su África natal.”
R. Konetzke, “América Latina”
“El número de esclavos
desembarcados en las Américas desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX
fue de 15 a 20 millones; si tenemos en cuenta la mortalidad a lo largo del
viaje y las víctimas de la caza de esclavos en los alrededores del mercado de
trata, debemos considerar que existió una sangría de 30 o 40 millones de
individuos entre los pobladores del Oeste de África.”
J. Imbert, “Historia económica”
martes, 18 de agosto de 2015
Régimen Indiano
España
trató de controlar políticamente a América al estilo europeo. Para
ello existieron autoridades que estaban en España y desde donde
emanaban ciertas órdenes y otras que residían en América, pero que
acataban lo que decía la metrópoli.
Para
administrar mejor los extensos territorios, América fue dividida en
cuatro virreinatos: Nueva España, Nueva Granada, Perú y Río de la
Plata. Cada uno contaba con un virrey, del cual dependían las demás
autoridades.
A
su vez, cada virreinato se dividió en circunscripciones más
pequeñas, llamadas gobernaciones o provincias, cuya autoridad máxima
era el gobernador.
En
las zonas de peligro, ya sea por la presencia de indígenas no
sometidos, o de otras naciones (Francia o Inglaterra), se instalaba
una capitanía general, cuya autoridad –el capitán general- tenía
las mismas atribuciones que un gobernador, pero con poder militar.
El
Cabildo era el órgano representativo de los vecinos –como eran
llamados aquellos hijosdalgo de solar conocido, o sea, que
poseía riqueza y era reconocido por el resto de los habitantes de la
ciudad.
REY:
Es la autoridad máxima en España y sus colonias.
CONSEJO
DE INDIAS: Se ocupa de todo lo referente a la administración
en América (nombramiento de autoridades, reglamentos, leyes, etc).
Era el órgano más importante después del rey.
CASA
DE CONTRATACIÓN: Organismo encargado de regular las
relaciones comerciales entre España y América (época del monopolio
comercial).
VIRREY:
Autoridad máxima en América. Representa al rey.
GOBERNADOR
Y CAPITÁN GENERAL: Tenían a su cargo las jurisdicciones
menores en que se divide el virreinato. El capitán general tenía,
además, poder militar.
CABILDO:
Organismo que se ocupa del gobierno de la ciudad (limpieza,
alumbrado, etc.).
REFERENCIAS DEL MAPA
- Capitanías Generales
- Virreinato de Nueva España
- Virreinato de Nueva Granada
- Virreinato del Perú
- Virreinato del Río de la Plata
lunes, 3 de agosto de 2015
Actividad sobre la conquista de América
En el siguiente enlace encontrarás una actividad para realizar sobre la conquista de América.
Lee bien tus respuestas antes de enviar el formulario.
miércoles, 22 de julio de 2015
Conquista de América
El tratado delimitaba las zonas a conquistar por España y Portugal.
Los conquistadores
“Los conquistadores pertenecían a todas las clases sociales. Muchos eran de humilde cuna, desposeídos, hijos ilegítimos, vagabundos, no pocos eran hidalgos, jóvenes de buena familia pero sin mucho porvenir, y en vista de las fortunas espectaculares que se hacían en México y Perú, llegaron a América de manera desordenada sin promover una colonización provechosa de labradores y granjeros (...)”.
Richard Konetzke – “América Latina”
El Requerimiento
“De parte de muy alto y muy poderoso y muy católico... el gran Rey don Fernando de las Españas... [el Papa] como señor del mundo hizo donación de estas islas y tierras firmes del mar océano, a los dichos rey y reina... Así que sus Altezas son dueños y señores de estas islas y tierras firmes por virtud de dicha donación...
...Por ende, vos ruego y requiero que entendáis bien esto... y reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo y al sumo pontífice llamado Papa, y al rey y a la reina en su lugar como superiores señores y reyes de estas tierras...
...Si no lo hicieres, certifico que con la ayuda de Dios, yo entraré poderosamente contra vosotros, vos haré la guerra por todas partes... y vos sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia y sus altezas y tomaré vuestras personas, y de vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos y como tales los venderé...”.
La visión de los indígenas
Descripción de los españoles
“Por todas partes vienen envueltos sus cuerpos, solamente aparecen sus caras. Son blancas, como si fueran de cal. Tienen el cabello amarillo, aunque algunos lo tienen negro. Larga su barba es, también amarilla (...).
Los soportan en sus lomos sus venados. Tan altos están como los techos (...).
(...) Y cuando cae el tiro, una como bola de piedra sale de sus entrañas: va lloviendo fuego, va destilando chispas, y el humo que de él sale, es muy pestilente, huele a lodo podrido, penetra hasta el cerebro causando molestia.”
N. Wachtel – “Los vencidos”
Moctezuma
“Grandes montañas han llegado, moviéndose por la mar, hasta las costas de Yucatán. El dios Quetzalcoatl ha vuelto. Los indios besan las proas de los barcos.
El emperador Moctezuma desconfía de su sombra.
- ¿Qué haré? ¿Dónde me esconderé?
Moctezuma quisiera convertirse en piedra o palo (...). Quetzalcoatl, el dios barbudo, el que había prestado la tierra y las hermosas canciones, ha venido a exigir lo que le pertenece.
En antiguos tiempos, Quetzalcoatl se había ido hacia el oriente, después de quemar su casa de oro y su casa de coral. Los más bellos pájaros volaron abriéndole camino. Se hizo a la mar en una balsa de culebras y se perdió de vista navegando hacia el amanecer. Desde allí, ha regresado ahora. El dios barbudo, la serpiente emplumada, ha vuelto con hambre.”
E. Galeano – “Memoria del fuego 1”
Desengaño de los aztecas
“¡Extraña conducta la de los dioses! Cuando los indios le ofrecen oro, manifiestan una alegría desenfrenada: ‘como si fueran monos, levantaban el oro, como que se sentaban en ademán de gusto, como se les renovaba y se les iluminaba el corazón’. Saquean el tesoro de Moctezuma, separan el oro de las joyas y de los escudos para fundirlo y repartírselo en lingotes (...)”.
N. Wachtel – “Los vencidos”
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